Conforme un fallo de la Cámara Nacional de Trabajo de Mendoza de Diciembre de 2015, es correcto el despido del trabajador que retuvo el importe percibido por cobranzas efectuadas para la empresa, sin rendir cuentas.
El hecho de la falta de pago del salario lo faculta para utilizar otras medidas legalmente permitidas, no para incumplir y retener dinero de la empresa, ya que dicha actitud rompe con la confianza entre las partes.
La remuneración del trabajador es parte esencial del contrato de trabajo. Si el empleador no abona la misma, sea total o parcialmente, el trabajador debe exigir su cumplimiento en forma fehaciente. La Ley Laboral articula una bateria de medidas ante el incumplimiento del empleador de una obligación tan esencial como lo es el pago de la remuneración.
Por ello, conforme el fallo de la Cámara, al trabajador no le corresponde retener importes percibidos por cuenta y orden de su empleador, para hacerse de la remuneración. No le corresponde suplir el incumplimiento del empleador, con otro incumplimiento de su parte (retener las cobranzas efectuadas, y no rendir cuentas, hechos que conforme su contrato de trabajo, revisten parte esencial del mismo).
Ante incumplimientos del contrato de trabajo, tanto del empleador como del trabajador, debe exigirse fehacientemente a la contraparte su rectificación y cumplimiento. Y antes de tomar cualquier medida, asesorarnos con abogados especialistas en el tema para la adopción de la alternativa más efectiva a tal fin.
Caso contrario se toman decisiones como las del caso en análisis, sumamente perniciosas desde todo punto de vista y que por la cual, terminó dando justo motivo para la extinción del contrato por culpa del trabajador, cuando el incumplidor era el empleador.
De igual manera nos encontramos frente a muchísimas situaciones en donde el empleador adopta decisiones sin respaldo ni asesoramiento jurídico para luego efectuar gastos superiores en contrapeso a dicha carencia.
El asesoramiento previo siempre representará una mejora en las condiciones y panorama. Quien mejor esté preparado y asesorado, mejores posibilidades de éxito tendrá en las decisiones a adoptar.
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